Bajo el lema ¡CIELOS! esta edición del LINA pretende orientar el encuentro y las conversaciones hacia arriba.
Queremos explorar lo que flota en el aire, la climatología, el deseo de volar, los cuerpos celestes que se pueden contemplar en el cielo nocturno y los mitos asociados a ellos. Lo que cambia y se mueve, las fuerzas invisibles que nos dominan. También el cielo como espacio metafórico: pedimos deseos, es hacia donde alzamos nuestras plegarias y donde moran muchas de nuestras creencias.
Tenemos el cielo cerca y lejos a la vez: nos rodea, nos cubre, nos envuelve. Flota en él información valiosa que la especie humana se ha esforzado por interpretar desde el principio de los tiempos, claves cambiantes que hacen posible nuestra supervivencia y marcan el ritmo de los días y las noches.
Es escenario de una belleza que nos trasciende y amenaza permanente: rayos y truenos, nubes caprichosas, vientos con nombre y sin él, arcoíris, cometas y planetas, esa luna tan cotidiana como misteriosa. El cielo es depositario de anhelos y fuente de misterios, por eso los libros están llenos de él y en el LINA descubriremos unos cuantos.