Las fotografías son de Victor Hugo Martín
Incómodo cadáver y ofrenda preciosa. La invitación a una fiesta.
La artista Lupe Estévez asumió el papel de organizadora de una fiesta que pretendía unir dos de las funciones opuestas que se atribuyen al subsuelo: enterrar y cobijar, ocultar y proteger, detener y germinar. Y nos convocó a una fiesta ritual y simbólica para jugar, bailar y cantar. Una expresión colectiva de lo que nos une, el sentido de pertenecer a un colectivo que cuida de las personas y de la tierra. Las fiestas vinculan y las risas unen.