Preciosa historia poética que narra el recuerdo que tienen dos amigos de sus vivencias en el pasado, habitando lugares mágicos y entornos naturales: montañas desde las cuales se ven cielos estrellados, praderas con grandes árboles que protegen de la lluvia, lluvia que hace que los tallos de las plantas parezcan luminosos y brillantes…En sus aventuras conocen personajes peculiares: cabras malhumoradas que juegan a las cartas, fuman en pipa y beben té; perros que les obstaculizan el paso y bailan, cuervos que se ríen de ellos por no tener alas, zorros accidentados que quieren dejar hecho el testamento, vacas veloces con alas y zapatillas de deporte, un topo algo antipático y hasta un enano que miraba con cierto asombro cómo los amigos hacían el pino, personajes que hacen que su viaje sea entretenido e inolvidable. Cuando los amigos regresan a casa en la oscuridad de la noche, bailan alegres, satisfechos de su viaje y de todo lo vivido, prometen no tener jamás miedo a nada y buscar nuevas aventuras en el mar, en el desierto, incluso en la ciudad, pero siempre juntos, porque, como bien dicen los protagonistas, “el que tiene miedo a la aventura, mejor que se quede en casa”. El libro explora la infancia, ese territorio fronterizo entre la fantasía y la realidad, la verdad y la invención. Un ecotono rico, donde el tiempo cobra nuevas dimensiones, extendiéndose y encogiéndose, solo dependiendo de lo que dure la aventura. Biblioteca Pública Municipal de Sahagún