“¡Tantarantán! ¡Tantarantela!
Ya pasó la primavera.
¿El verano…? Se fundió.
¿Otoño…? Lo arrastra el viento.
¿Invierno…? Aleja el sol.”
Edición lina: 2024
La autora publicó en 1906 su obra más famosa, “Los niños de las raíces”. Desde muy joven su gusto por la naturaleza y su fantasiosa imaginación la impulsarán a escribir e ilustrar libros para su hermana pequeña y, posteriormente, para el público infantil en general. En este álbum el color tiene una función relevante. Comienzan las páginas en tono ocre: la Madre Tierra despierta a los niños de las raíces, que duermen bajo tierra protegidos del frío invierno, para preparar la llegada de la primavera. Poco a poco los tonos se van alegrando con el blanco del Narciso, el azul de la Campánula, el amarillo del Diente de León, el rosa del Rosal o el encarnado de la Amapola. Las páginas se tiñen de verde acompañando a las flores, a los insectos y a los niños en su Fiesta de la Primavera. Tras el verano, vuelve el otoño y con él, el ocre, que acompaña a los niños al subsuelo hasta un nuevo despertar. Este libro es un buen recurso para explicar a los pequeños el paso de las estaciones y especialmente el comienzo de la primavera, enriqueciendo su vocabulario.
Biblioteca Pública de Soria