En este álbum, escrito e ilustrado por Emily Hughes, conocemos al protagonista: un diminuto jardinero que cuida su jardín con gran dedicación. A pesar de su esfuerzo y cariño, se siente frustrado al no obtener los resultados esperados debido a su pequeño tamaño. El jardín es su mundo, su hogar, y su mascota lo acompaña en esta tarea. Aunque el jardinero se siente desbordado por el trabajo, sigue esforzándose. Cuando finalmente pide ayuda, su deseo se cumple. “La aparición de una linda flor naranja es un momento de esperanza y alegría".  Nos recuerda que incluso los esfuerzos más pequeños pueden dar grandes frutos. En cada semilla plantada, en cada hoja acariciada, se teje una historia de complicidad. Y es que este cuento es una alegoría sobre la importancia del trabajo en equipo y la necesidad de reconocer nuestros límites. “Para los padres que practican la crianza con apego, la flor podría simbolizar los frutos que, aunque tardan en llegar, son profundamente significativos”. En definitiva, “El pequeño jardinero” nos enseña sobre la pasión, la perseverancia y la importancia de pedir ayuda cuando la necesitamos.

Biblioteca Pública Municipal de Pinilla (San Andrés del Rabanedo, León)