La atmósfera oscura que crea Ron Brooks con sus trazos compactos y sus tonos apagados nos ambienta esta historia de toques melancólicos y algo tristes que habla de la soledad de una viuda que tiene como mejor compañero a su perro Oscar. Un día, la monotonía de los días se romperá con la llegada a los alrededores de la casa de una gata negra y eso despertará los celos de Oscar, que no desea que nadie rompa su complicidad con la anciana. ¿Sentirán los animales celos cuando los dueños quieren a varias mascotas? ¿Se diputarán su compañía? Quizá en este libro, los animales oculten sentimientos humanos como los celos por la llegada de un nuevo hermano…Quizá, pero lo que aquí leemos literalmente es la relación entrañable entre un perro que quiere tanto a su amiga que está dispuesto a dejar entrar en casa a una gata y compartir los mimos y los cuidados de Rosa en un ambiente que nos habla del paso del tiempo y de la soledad.

Raquel López Royo