William es un joven que vive en un pequeño poblado de Malawi (África) que carece de electricidad y agua potable. Su vida está conectada a la naturaleza, la economía de su familia depende de la cosecha anual de maíz que en los últimos años se ha visto afectada por el cambio climático lo que le ha obligado a dejar la escuela por no poder pagarla y a pasar hambre. En la comunidad donde vive confluyen realidades diferentes en un mismo espacio: Ricos y pobres, tradición y modernidad, personas que confían en orar para que llueva y salvar sus cultivos, frente a otros que lo ven como creencias del pasado. William es un adolescente que no se resigna a esta situación. Desoyendo a sus padres y a los que le llaman loco y razonando de una forma distinta a los adultos, intenta transformar la vida del poblado: buscando oportunidades en un espacio que aparentemente no tenía ningún potencial. Con su ingenio y mente curiosa leyendo un libro sobre ciencia que encuentra en la biblioteca y con piezas encontradas en un vertedero de vehículos construye un molino de viento para generar electricidad y obtener el agua que necesitaban para regar sus cultivos. Es una historia que hermana ciencia y naturaleza y nos demuestra que con esfuerzo e ilusión se pueden conseguir muchas cosas, hasta en los sitios del mundo donde los recursos económicos son muy limitados. Biblioteca Pública Municipal de Golmayo